A los buenos días, sé que falta muy poco para que Mangaka salga a la venta, y como en el caso de Entre Vampiros con los Mordiscos, quería regalaros algo que os haga un poco más amena la espera. Por eso os presento a Carla Monzón con este pequeño fragmento que os ayudará a descubrirla y a conocerla.
Descubriendo a Carla Monzón
Virginia daba vueltas a su cucharilla de café, una y otra
vez. Lo hacía y después me miraba. El cabello pelirrojo de mi amiga
resplandecía bajo la luz del sol que se colaba por las amplias cristaleras de
la cafetería de debajo de su despacho. Me había telefoneado una hora antes para
que me acercase por el bufete en el que trabaja para firmar unos documentos y
después me había invitado a un café. Decía que necesitaba un descanso para
despejar la cabeza y yo la creí. Pero entonces, cuando dividía sus miradas
entre el oro negro de su vaso y mi cara, como si pretendiese jugar a las siete
diferencias con ella, me temía que tramaba algo. Y cuando la letrada Virginia Ayala
tramaba algo se echaban a temblar hasta las bandas de albano kosovares.
-
¿Qué te pasa? – me atreví a preguntarle.
-
¿A mí? Nada.
-
Bueno, pues si no te pasa nada en cuanto me
termine de tomar este café me marcho a casa, estoy terminando de insertar texto
a las últimas páginas del cómic y estoy bastante liada…
-
Siempre estás liada, Carla, más liada que la
momia de Tutankamón. Necesitas relajarte y te lo dice una abogada que de estrés
sabe algo…
-
Ces’t la vie, que dirían los franceses –
concluyo dando el último sorbo de mi taza y me dispongo a levantarme, busco con
los ojos al camarero para pedirle la cuenta. Entonces siento una mano que se
posa sobre la mía, y sin poder evitarlo reacciono bruscamente, apartándola de
un manotazo como si quemase.
-
Lo siento, perdóname por agarrarte sin avisar –
dice Virginia acariciando el dorso de su mano, donde le he golpeado.
-
No… Lo siento yo… perdóname – pido mientras
siento cómo el corazón me late con fuerza en mitad del pecho a la vez que trato
de calmarme. Tengo que superarlo, tengo que dejar de reaccionar de ese modo
ante el contacto físico inesperado, debo parecer una auténtica demente a los
ojos de quienes hayan podido verme en la cafetería. Por suerte Virginia me
conoce lo suficiente como para saber que es algo que no puedo evitar.
-
Lo cierto es que… verás Carla, tengo que
contarte algo pero no sé cómo te lo vas a tomar… Y me gustaría que reaccionases
bien… No, no es nada malo – advierte, probablemente la expresión de mi rostro
ha sido lo suficientemente elocuente para que intuya mi alarma -. Hay un chico
que te quiere conocer.
-
¿Qué? ¿Cómo? – pregunto con incredulidad,
Virginia haciendo de casamentera otra vez, es lo que me faltaba -. ¿Un chico?
-
Sí, un
chico. Y no me mires con esa cara, es un chico no un zombi de esos que ves por
la tele... Y además es bastante guapo… Me ha pedido tu teléfono.
-
Pues le dices que no se lo vas a dar y ya está.
-
Pero, ¿por qué? – dice mirándome como si no
hubiésemos tenido aquella conversación un millar de veces. Virginia piensa que
necesito un hombre, un novio, o como quiera llamarlo, en mi vida. Cree que
estoy demasiado sola, y lo estoy, claro que lo estoy, pero soy feliz así, y no entiendo
porqué es tan difícil para ella comprenderlo -. Ni siquiera te he dicho cómo
es…
-
Ni falta que hace – resoplo, peinándome el largo
cabello con los dedos hacia detrás, recogiéndolo en una coleta con la goma que
tenía en la mano -. No empecemos otra vez, Vir, por favor… Llevo todo el día
dibujando y estoy cansada…
-
Es guapo, tiene los ojos verdes y es abogado.
-
¿Un abogado?
-
Sí, es un compañero del bufete, se llama Marc y…
-
Vir, mírame... ¿En serio me ves con un abogado?
- digo indicando hacia mi misma con las palmas de las manos, y ella recorre con
sus ojos castaños mi corpiño de encaje negro ajustado sobre la falda de vuelo,
mis botas militares y mi chaqueta de cuero, ambos del mismo color.
-
A él no le importa que seas gótica.
-
Oh, vaya gracias, qué honor… Y no soy gótica,
soy grunge punk.
-
Como si hubiese diferencia – dice sin dar la
menor importancia a mi réplica. Claro que la hay pero no me apetece discutirla
con ella una vez más, en ese preciso momento -. Mira Carla, Marc es un gran
tipo en serio…
-
Que no voy a salir con tu amigo abogado, Virginia
– ni con su amigo abogado, ni con nadie me digo en mi fuero interno.
-
¿Qué tienen de malo los abogados? – pregunta
casi ofendida, sus ojos centellean -. Marc es… en fin, creo que os llevarías
bien, él tiene un punto friki y…
-
¿Un punto friki? Vir, en serio…
-
Mira Carla, como amiga te digo que… - cada vez
que comienza una frase con el como amiga te digo que... siento auténtico pavor
a lo que continúa - Que no te vendría mal relacionarte con un hombre que no sea
un eslabón perdido entre el hombre de las cavernas y el pirata barba negra.
-
Sé que te refieres a Macao – Macao es un amigo
tatuador, Virginia me acompañó hacía tan sólo unos días a visitarle para grabar
en mi piel una imagen de mi libro favorito de la infancia: El Principito, sobre
mi pectoral izquierdo. El pequeño príncipe mecería por siempre sus cabellos
dorados bajo el mágico viento estelar subido a su pequeño asteroide sobre mi
corazón. A mi amiga abogada le sorprendió el aspecto del tatuador. Macao lleva
el cabello bastante largo al igual que la barba, unas gruesas argollas de plata
penden de sus orejas y su cuerpo está prácticamente cubierto por tatuajes. Pero
es un tipo encantador, educado y respetuoso y el único en el que confío para
dibujar sobre mi piel -. Ya quisieran tus amigos abogados tener la mitad del
gran corazón que tiene Macao, trabaja en un comedor social todos los fines de
semana…
-
No si grande lo tiene que tener… Si es que le
queda hueco en ese pecho pintarrajeado… En fin, no me líes, ¿quieres conocer a
Marc o no?
-
No.
- ¿Pero porqué no? Si es un encanto Carla, de
verdad, y además le gustas un montón. Cada vez que vienes al bufete se acerca
por mi despacho con cualquier escusa para verte. ¿No te has dado cuenta?
-
Pues no. No sé ni la cara que tiene.
-
Desde luego que a despistada no te gana nadie,
las mujeres notamos esas cosas, ¿dónde está tu sexto sentido femenino?
-
En el mismo rincón que mis ganas de ligar con
abogados.
-
Vamos, podías intentarlo al menos… Él es muy
amigo de Gael, y podríamos salir los cuatro juntos… Este sábado, por ejemplo,
podíamos ir al cine, o a tomar algo por el centro…
-
Vir, no y punto. No puedo permitirme pensar en
hombres en este momento de mi vida, no puedo pensar en ocuparme de nadie que no
sea mi madre en este momento de mi vida, no me apetece dar explicaciones a
nadie de si entro o salgo, ni de si me acuesto a las cinco de la mañana o a las
nueve. No estoy preparada para besar a nadie ni para dejarme besar por nadie,
no estoy preparada para…
-
No estoy preparada, no estoy preparada… Te estoy
hablando de salir con un chico no de presentarte a unas oposiciones para la abogacía
del estado – dice sin molestarse en camuflar lo mal que le sienta mi negativa
-. ¿Quién diría que detrás de todas escenas de sexo de tu personaje Araku se
esconde una medio novicia mojigata y con miedo a comprometerse? – dice con un
claro afán de pincharme.
-
Tienes toda la razón, Vir.
-
Odio que me des la razón como a las locas –
protesta y yo no puedo evitar sonreír -. No puedes pasarte la vida rehuyendo
del amor.
-
Quizá fue el amor el que decidió rehuir de mí.
-
Entonces, el sábado…
-
El sábado estaré en Guadalajara visitando a mi
madre en la residencia, como cada fin de semana… Dile a tu amigo que se olvide
de mí, es lo mejor. Adiós, Virginia, me ha encantado verte – digo antes de marcharme.
¿Cómo podía hacerla entender, sin explicarle nada,
absolutamente nada de mi pasado, de las pesadillas que me atormentaban por la
noche, que no quería, que no podía permitirme volver a abrir mi corazón?
Mi corazón que había sido cerrado de un portazo y sellado
con clavos después. Ese que aún malherido latía dentro de mi pecho recordándome
una y otra vez cuánto dolía, cuánto me quemaba aún que él se hubiese olvidado
de mí, que se hubiese marchado cuando más le necesitaba, para no volver jamás...
Con este trocito y los capitulos que nos has regalado, haces mas larga la espera. Que mala eres. Un saludo.
ResponderEliminarBueeeno, ya se acabó la espera jejeje. Un beso!!
EliminarSe ve buenísima que bien que pronto saldrá
ResponderEliminarYa ya!! Ya está a la venta, espero que la disfrutes ;)
EliminarSe queda uno intrigado, queriendo conocerla mucho más... :)
ResponderEliminarBesos.
Pues ya es toda tuya paisano ;). Un beso grande!!
EliminarMaría José que interesante y buena se ve entrare a ebook a ver poqrue aqui en canarias ahora tenemos problemas amiga pero pero preguntaré por ella me alegría mucho éxito de verdad, besos desde mi brillo del mar
ResponderEliminarSe me pasó por alto pero me gustaría confirmar yo tengo un blog de libros usados pero a veces hago recomendaciones y me lo llevo a mi pagina en facebook me imagino que no habrá problema pondré el mismo post que el tuyo y tu enlace pero si me gustaría que me lo confirmaras espera te dejaré ele enlace y ahi me dices , besitos y feliz fin de semana
ResponderEliminarhttp://elrincondelibrosusados.blogspot.com.es/
Hola paisana. Se que te sonará manido pero no he podido dejar de leerla hasta el final, incluso me la llevé al trabajo porque no podia esperar a ver que pasaba. Me ha encantado la historia, la he recomendado en varios grupos de lectura a los que pertenezco. Que originalidad, que forma de detallar, que sensibilidad .... me ha enamorado la protagonista, que historia! Tienes en mi una fan. Gracias.
ResponderEliminarHola paisana. Se que te sonará manido pero no he podido dejar de leerla hasta el final, incluso me la llevé al trabajo porque no podia esperar a ver que pasaba. Me ha encantado la historia, la he recomendado en varios grupos de lectura a los que pertenezco. Que originalidad, que forma de detallar, que sensibilidad .... me ha enamorado la protagonista, que historia! Tienes en mi una fan. Gracias.
ResponderEliminar