noviembre 19, 2017

Hombres de Acero #3

Hola Caperus y Lobos, 
Cada novela es distinta, el proceso de investigación es distinto, la creación de la historia, incluso el modo en el que el desenlace acude a tu mente lo es. 

    Terminar una historia es una mezcla de sensaciones, felicidad por el trabajo realizado, cierta pena por despedirse de los personajes, emoción por dejarla volar y que podáis leerla… Un tsunami auténtico, palabra.



Todo eso acabo de sentirlo hace unos días, cuando terminé #AdA, la tercera entrega de mi serie Hombres de Acero y la envié a Esther Sanz, mi editora. Por primera vez compartía con alguien todo ese cóctel de emociones que es esta historia, la que será mi décima novela publicada.  


Diez novelas, resulta increíble, cómo han ido surgiendo una tras otra, proporcionándome tantas satisfacciones, tan buenas sensaciones, llevándome por toda España, o casi toda, para compartirlas con vosotr@s, mis Caperus y Lobos.

#Ada, es una novela muy intensa. Es la tercera entrega de mi serie Hombres de Acero, serie que comenzó con Corazones de Acero y continuó con Acero bajo la Piel.

















    





 #Ada ha sido una historia difícil de escribir y difícil de terminar. Y no sólo por la documentación (dos capítulos más y me nacionalizan tailandesa, palabra!). He ahondado en un tema complicado (cómo me gusta un berenjenal madre!), y he vuelto a tomar a un protagonista que en principio era un tipo duro, y desmontarlo como si de un Lego se tratase (Upsss, ¿he sido yo? Jejejeje)



En esta historia, Eve Martorelli, nuestra protagonista, es alguien muy especial, alguien que ha tenido una vida complicada, que ha debido crecer muy pronto y que esto la ha convertido en una «mujer de acero» (O eso cree ella, ay, pobre ingenua mía :-P). Cuando al fin la leáis no os vais a encontrar a ninguna damisela en apuros, eso os lo garantizo. 


Pero si Eve no es una damisela, desde luego que Dominic Lomazzi no es ningún príncipe azul. Sus buenos quebraderos de cabeza que me ha dado. Aunque a él ya le conocéis (estoy segura de que le recordáis pues aparece como secundario en Corazones de Acero, no le recordáis? Que disgusto se va llevar...). Es cabezota, tozudo hasta la saciedad, descarado y deslenguado, pero con un equipaje demasiado pesado a su espalda.


Ambos tendrán que descubrirse a sí mismos, además de descubrir… dónde están esas personas a las que aman y que sin embargo han desaparecido… Será el dolor el que les una, y el amor el que les hará inseparables... ¿o no?


Esta novela es la historia de dos viajes, un viaje físico a un país maravilloso pero lleno de matices al que me encantará  que me acompañéis, y de un viaje emocional, en el que conocerse a sí mismos y enfrentarse a lo que ambos más temen; sentir, amar, depender de otra persona.



   Un viaje que nos llevará a Tailandia, pero no sólo conoceremos esa cultura, también la japonesa, hablamos de prostitución, mafias, yakuza... (Aquí va principalmente lo de los berenjenales, si es que no se te puede dejar sola con el ordenador Marijose...) Descubriremos la otra cara de Tailandia, más allá de los paisajes de ensueño.







Muy pronto podréis disfrutar de ella, hasta entonces me morderé las uñas y comenzaré a soñar con otra historia, o con dos, quién sabe… Tenéis ganas de leerla? Espero que sí ;)









PD: Gracias a la Caperu mayor Rocío DC por la imagen de mis novelas juntitas :)

3 comentarios:

  1. Ya sabes que hay muuuuuchas ganas!!
    Ansiedad pura y dura por conocer la historia de Dominic y Eve XD

    ResponderEliminar
  2. Mi reina de la imaginacion!! Deseo que salga para poder leerla. Un abrazoooooo

    ResponderEliminar
  3. Siii al fin Dominic, tiene libro uff, desde que leí la primera entrega, dije un personaje tan fantástico tiene que tener su historia, me gustó tanto como el protagonista.

    Muchas graciaas!!! Esperando con ansias y por supuesto las demás historias que le sigan a esta

    Saludos

    ResponderEliminar

El Príncipe de Hielo

            Dos años han pasado desde que publiqué Mi propio Turco de Telenovela, una novela que me ha dado muchas alegrías, una novela con ...